¿Cómo funciona la Solución Mineral (MMS)?

Obtenido de la Revista Discovery D Salud Num. 130
Tercera parte

Según Jim Humble cuando uno ingiere el dióxido de cloro (CLO2) que se libera en el estómago e intestino, navega por todo el cuerpo a través de la sangre hasta que, cuando llega a una zona ácida y de poco oxígeno, que es donde proliferan los patógenos, acaba con ellos. ¿Cómo? En el caso de las bacterias lo que hace es absorber los electrones de la pared celular, destruyéndolas. A los virus en cambio los elimina por denaturación de sus cápsides, impidiendo su reproducción. En cuanto a los parásitos y hongos patógenos, los elimina por oxidación.

  • Denaturación:  cambio estructural de las proteínas o ácidos nucleicos, donde pierden su estructura nativa, y de esta forma su óptimo funcionamiento
  • Cápsides: La cápside o cápsida vírica​ es una estructura proteica formada por una serie de monómeros llamados capsómeros. En el interior de esta cápside se encuentra siempre el material genético del virus.

De ahí que pueda decirse que se trata de un producto que ataca selectivamente a los agentes patógenos que se consideran causa de la mayoría de las enfermedades infecciosas, cuyos restos, una vez neutralizados, se eliminan a través de la piel, los riñones y el colon.

Según Jim Humble, el dióxido de cloro no ataca a las células sanas ni a los microbios benéficos, ya que tienen un pH superior a 7 y sólo puede destruir con una fuerza oxidativa mayor de 1.45 milivoltios. El dióxido de cloro, utilizado en las cantidades correctas, no tiene fuerza para dañar el cuerpo. Los microorganismos patógenos suelen ser anaeróbicos y tienen mucha menor resistencia a la oxidación que las células sanas y los microorganismos benéficos que sí necesitan oxígeno para subsistir. Por tanto la fuerza oxidativa del dióxido de cloro (1.43 milivoltios) es suficiente para acabar selectivamente con todas las sustancias ácidas y anaeróbicas del cuerpo sin dañar el equilibrio vital del organismo.

Cabe agregar que si, quien lo ingiere, tiene un organismo en condiciones medianamente razonables de salud y la dosis es adecuada, apenas notará síntoma secundario alguno. Pero si su organismo está muy acidificado y/o deteriorado, la dosis que toma es alta o acaba de ingerir algún fármaco, sí puede haber efectos secundarios como mareos, diarrea y vómitos.

¿La razón? Si el organismo no está bien o la dosis es muy alta, el cuerpo puede encontrarse con que no da abasto para deshacerse de los restos tóxicos que genera la destrucción de parásitos, microbios y células enfermas. Y para evitar ese exceso de tóxicos, el organismo emplea las herramientas naturales de las que dispone a fin de expulsarlos a toda velocidad, los vomita o los excreta rápidamente. Se trata pues de malestares pasajeros propios del proceso de desintoxicación y sanación. Y lo único que indica es que quienes lo sufren, -los efectos pueden durar unas pocas horas- deben reducir las dosis en las próximas tomas, hasta que el organismo se desintoxique.

lbry://@centroser#d/Dioxido-de-Cloro#1

Visita mi Canal exclusivo de Solución Mineral (MMS) en Lbry.tv
CANAL EN LBRY

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *